La Simplicidad para Aceptar a Cristo 
En la última entrega pusimos énfasis en el requisito que cada persona necesita tomar su propia decisión sobre si está con Cristo. ¿Cómo es el proceso para recibir Cristo?
Aquí revisaremos los elementos simples para aceptar a Jesucristo como tu Salvador personal.
Reconocer y aceptar la responsabilidad por tu pecado. Esto es necesario para cada persona, porque no hay nadie sin pecado. Romanos 3:23 dice claramente. “todos han pecado…”
Romanos 3:22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción,23 pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios
Arrepentirse. La mayoría de nosotros tenemos una convicción muy fuerte en nuestros corazones sobre los pecados que hemos cometido. Arrepentimiento es algo que deseamos – en el momento de aceptar a Cristo este es un componente natural de nuestro deseo de encontrar al Señor. Incluye confesar y pedir perdón, en combinación con un compromiso para esforzarnos a superar nuestro pecado.
Hechos 3:19 Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor
Confesar con tu boca que Jesús es el Señor y creer en tu corazón que su vida, muerte y resurrección pagó por tu pecado. Uno o dos versículos de Romanos 10 pueden conectar estos pasos para nosotros.
Romanos 10:9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.10 Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.
Normalmente el momento de aceptar a Jesús involucra una oración como la siguiente.
Dios,
Gracias por amarme. Confieso que he pecado contra ti.
Creo que tu Hijo, Jesucristo, murió en una cruz para pagar por mis pecados y creo que Tú lo resucitaste de entre los muertos.
Ahora pongo mi fe en Cristo para que me perdones y quites todos mis pecados.
Confieso que Jesús es mi Salvador y que Él es mi Señor.
¡Gracias por tu regalo de la vida eterna!
Pido esto en el nombre de Cristo.
Amén
¿Es hermosa, no? – Es así de simple que podemos darnos nosotros mismos y nuestras vidas a Jesús.
Dios les bendiga,
Larry
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